jueves, 24 de septiembre de 2009

¡Exclusivo! Mensaje de San Martin



Ocho Encuentros Contra el Bicentenario del Poder

El lunes 28 de septiembre a las 19.30 hs. comenzamos con un taller destinado a construir herramientas que nos ayuden a intervenir en la coyuntura del Bicentenario.
La cita es en Mu. Punto de Encuentro. Hipólito Irigoyen 1440, Capital Federal. Los encuentros son semanales, libres y gratuitos, siempre los lunes, a la misma hora y lugar.
Convocan también: GAC (Grupo de Arte Callejero) y Es-Cultura Popular

¡Los esperamos!

Para más información ver un par de post más abajo.

Contar historias… qué poco profesional*

La historia no es de nadie pero la producen los de abajo

Nos contaba uno de los compañeros del grupo que la primera vez que llegó a uno de los colegios donde actualmente trabaja en Tigre, en el conurbano bonaerense, vio que en una de las paredes de los monoblocks que rodean el barrio decía «Maxi Presente». Sorprendido, pensó «qué bueno que la reivindicación de Maximiliano Kosteki esté en el barrio, tiene que indicar la existencia de una organización piquetera». También nos contó que le llamó mucho la atención que junto a Maxi no estuviese el nombre de Darío, que es el que suele aparecer solo, a diferencia de Kosteki. Con el correr del tiempo se enteró que ese Maxi era Maidana y no Kosteki, aunque los dos habían sido asesinados por la policía. La inscripción en la pared era una inscripción histórica, no sólo por el «presente» que se lee en la consigna y obliga a pensar en algo que no está y que debe ser recordado, sino porque su formato permite la confusión cuando los nombres se cruzan con genealogías diferentes. No había historiadores acá, había dos relatos de dos sucesos distintos que se podían conectar por medio de un artefacto, de una pintada en este caso, que era una producción popular de historia. El mensaje para nosotros es que nadie recuerda en soledad, siempre se recuerda en situación.
Esta idea, nos permitió explorar una incomodidad que teníamos muchos de nosotros. La historia no sólo la «escriben los que ganan» sino que se escribe para un círculo pequeño de historiadores profesionales, incluyendo aquellas historias que hoy se producen tratando de narrar el pasado desde posiciones alternativas al discurso del régimen. Nosotros, que vivíamos cotidianamente en la facultad[1], sentíamos una fuerte incomodidad con esa endogamia de la producción. Teníamos un deseo de producir para afuera, para que lea, vea, escuche o use la gente que no estudia historia.
Muchos docentes de historia cumplen con esta tarea. Producen textos para clases, narran oralmente procesos históricos, llevan artefactos para ampliar la imaginación histórica de los estudiantes, etc. Nosotros nos propusimos entonces complementar esa actividad, que hacíamos algunos en escuelas, desde un grupo de trabajo que tenga más capacidad de reflexionar sobre la práctica sin estar tan atados al día a día de un colegio.
Para ayudar en esta tarea ponemos algunos conceptos en discusión, sea para docentes o simplemente para aquellos que se interesan por la historia.

Desde dónde pensar

Creemos que cada época tiene una serie de situaciones que nos permiten redimensionar el pasado en densidad y en comprensión. Para nosotros, el evento que nos permite hacerlo fue el 19 y 20 de diciembre de 2001 y toda esa rebelión nacional que se abrió en la época. Esas prácticas de las cuáles fuimos parte nos pusieron unos nuevos lentes para mirar el pasado. Ya no podíamos ver en la historia simples dirigentes actuando o a los líderes conduciendo a las masas linealmente. Ya no podíamos más que clamar por «que se vayan todos» también de la historia. Así empezamos a explorar la idea de conectar nuestras prácticas políticas con nuestras prácticas de pensamiento. El nombre de esta idea fue «dispositivo de intelección». Un evento que nos permite, ver, oír, nombrar y renombrar en el pasado a partir de lo que consideramos una acción masiva que hace más visible para todos la lucha de clases en la sociedad.
Creemos que algo similar debe haber pasado con el Cordobazo y todo el año 69 en aquella época, o con la revolución rusa. Nos atrevemos a decir que la experiencia de Zanon (hoy FASINPAT) puede funcionar como un dispositivo de intelección, porque ayuda a repensar y redefinir las prácticas actuales y las lecturas del pasado. Ya el presente no es el mismo y por lo tanto el pasado debe ser reescrito o recontado

Para qué volver sobre lo ya hecho

La historia está plagada de personas. Sin seres humanos no habría historia. Y los seres humanos tenemos un gran afán por encontrarnos en los otros. Esos otros pueden estar vivos o muertos, pero nos ayudan a constituirnos. El 20 de diciembre abrió nuevamente la pregunta por quiénes formaríamos ese sujeto potente capaz de atacar y superar esta sociedad de injusticia, miseria y desigualdad. Desde ahí que para constituirnos como tal sujeto busquemos en nuestros antepasados conexiones y lugares donde mirarnos. Nosotros le llamamos a esto de buscar entre los muertos a aquellos con quién conectarnos «proceso de filiación», lo que terminaría por construir un «ancestro». Un ancestro es un sujeto que forma parte de nuestras características, que ayuda a definirnos. Todos nosotros arrastramos nuestra historia familiar, nuestras historias de amistades y enemistades. De ahí partimos para decir que, para ayudar a construir ese movimiento popular que pueda, a la vez que ser uno, contener a todos aquellos que enfrentamos al sistema capitalista, necesitamos encontrar a nuestros ancestros de lucha y de vida: ¿Quiénes como nosotros trabajaban? ¿Quiénes como nosotros luchaban? ¿Quiénes como nosotros sufrían este sistema? ¿Quiénes como nosotros construían sueños y se alegraban con lo cotidiano del vivir? Esa gente figura en La Historia (así con mayúscula de Historia Oficial) como simples anécdotas o como interrupciones en la línea del progreso. Nosotros queremos contar la historia nuestra, que es la de nuestros ancestros. No para imitar el pasado, sino para liberarnos (a ellos y nosotros) de la forma en que las clases dominantes nos dicen. Queremos recuperar la manera de decirnos a nosotros mismos. Queremos entonces narrar la historia del país en oposición tajante a la historia del estado nacional y sus clases dominantes.

¿200 años nada que festejar?

La canción de los Fabulosos Cadillacs decía a propósito del Quinto Centenario de la conquista de América «500 años nada que festejar». Vemos con preocupación el acercamiento del Bicentenario de la Patria. Una coyuntura especial que va a poblar de mensajes que pongan en discusión eventos de nuestra historia, aún más, que pongan en discusión a la misma Argentina y sus habitantes que somos mayoría de laburantes y desocupados.
A modo de ejemplo, hace poco, el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, anunció que la Argentina del Bicentenario festejará comiendo carne uruguaya, en una amenaza más abogando por el cambio de política agropecuaria del gobierno nacional e instando a repetir el Centenario. Aquella fiesta oligárquica que teñía de sangre las calles con la represión al movimiento obrero, o que festejaba la «conquista del desierto», ese genocidio brutal sobre las poblaciones originarias de nuestra América. En cambio, desde el gobierno nacional se propone que el festejo del Centenario fue de una reducida elite y que el nuevo festejo debe ser de todos los argentinos. Si el del Centenario perteneció exclusivamente a la ciudad capital, este nuevo cumpleaños debe serlo del país federal. Si en el Centenario se admiraba a París como modelo, ahora se mirará a Latinoamérica.
Esto nos sirve para pensar que en esa coyuntura vamos a tener algo que decir que no sea la reproducción del discurso de ambos sectores de las clases dominantes. La inclusión del gobierno ya la conocemos, palo y represión para los que no son cooptados. Freno a la lucha. Hoy, que intentan descargar una monumental crisis capitalista sobre la espalda de los trabajadores, no pueden hablarnos de «todos los argentinos», porque los argentinos, como en todo el mundo, o bien trabajamos (aunque estemos desocupados somos trabajadores) o bien viven del trabajo ajeno. Construir un discurso propio, que busque a nuestros ancestros a partir de los lentes que fabricamos en el 2001 y 2002 es una tarea indispensable de la divulgación de historia.
* Este articulo fue realizado para la prensa de ATEN Neuquén.
[1] Nos conocimos todos en la faculta de filosofía y letras de la UBA

jueves, 17 de septiembre de 2009

Ocho Encuentros Contra el Bicentenario del Poder


El lunes 28 de septiembre comenzamos con una serie de encuentros destinados a construir herramientas que nos ayuden a intervenir en la coyuntura del Bicentenario



Se acerca el 2010. Queremos trascender la mera queja y la intervención improvisada o coyuntural. No se trata de una fecha más, de un 25 de mayo maá. Se trata de un momento especial donde los distitnos sectores de las clases dominantes van a utilizar la tribuna mediática para proyectar desde el pasado el futuro que desean: un futuro de dominación.
Para poder apovechar la coyuntura creemos que es necesario poder construir grupos de intervención cultural preparados para interferir los mensajes del poder, proyectando sobre el pasado un futuro distinto al presente de miseria y opresión.
Durante ocho lunes nos vamos a juntar para entrenarnos en diferentes opciones de intervención práctica. También para construir un discurso alternativo al del poder.
Proponemos comenzar discutiendo la coyuntura del Bicentenario y preparar herramientas discursivas y conceptuales para la intervención cultural de cara a un público masivo, que no esté familiarizado con los debates académicos. Luego vamos a explorar y producir diferentes traducciones artísticas de esos discursos.

La cita es en Mu. Punto de Encuentro. Hipólito irigoyen 1440, Capital Federal. Comenzamos el lunes 29 de septiembre a las 19.30 hs. Los esperamos!!!
Convocan también: GAC (Grupo de Arte Callejero) y Es-Cultura Popular

martes, 1 de septiembre de 2009

Convocatoria para la Acción


El lunes que viene, 7 de septiembre, convocamos a un encuentro para discutir entre todos cómo encarar el problema de la divulgación histórica de cara al Bicentenario. La cita es a las 19 hs. en el aula del patio (ex bar del Cefyl) de la Facultad de Filosofía y Letras, Puán 480. Los esperamos!